¿Sabes por qué llueve cada vez que los indios danzan? ¿Conjuros, magia, hechicería?
Los incas y mayas, son famosos por su danza de la lluvia, pues danzan y danzan para que sus dioses bendigan sus cosechas. Y en efecto llueve, ¿conjuro, magia? ¡No!
El secreto está en su perseverancia.
Llueve porque no dejan de bailar hasta que el cielo los bendiga.
Perseverancia, no hay actitud más positiva, nos hace luchadores, resistentes, forja nuestro coraje, nos guía a nuestras metas.
La perseverancia nace con nosotros, es intrínseca a nuestra humanidad. Desde pequeños aprendemos a ser perseverantes, cuando de niños aprendemos a caminar, a llevar alimento a la boca, a andar bicicleta, nunca lo logramos en el primer intento.
Nacemos perseverantes, somos perseverantes por naturaleza, esa inocencia y la ilusión nos hacen intentar una y otra vez hasta dominar nuestros actos y alcanzar el objetivo.
Cuesta ser perseverantes ¡no! Ella va contigo. Has llegado hasta donde estás siendo perseverante, ante cualquier dificultad recuérdalo, ha estado contigo acompañándote desde tus primeros pasos.
En tus proyectos, en tus ideas y modelos de negocio, en tu pequeña empresa, ¡no dejes de pedir lluvia hasta que llueva!
¿No obtuviste lo que querías? Pues persevera, esa lucha ante la adversidad moldea tu carácter, te hace más fuerte, te da seguridad, recuerda “El que persevera Alcanza.”
Una sola cosa diferencia al que persevera del que no lo hace, ¡el éxito!
La persona luchadora se repone ante la adversidad, con la cara en alto, nunca pierde su norte, cae y se levanta una y otra vez.
Un proverbio chino dice: “te caíste 7 veces, levántate 8.” Dios nos promete también: Te Caiste 7 veces, 7 veces te levantaré. Agarrate de esa promesa de Dios cada vez que fracasas y vuelve a intentarlo. Persevera.
Quien abandona sus ideales ante el primer obstáculo está condenado al fracaso y a vivir una vida sin fe, sin voluntad, sin metas, sin logros.
De niños todos contemplamos alguna vez a las hormigas llevando una migaja encima, ese tenaz insecto puede llevar entre 20 a 50 veces su propio peso, ¿si le quitas la migaja de su lomo? ¿Que hace? Regresa por otra migaja de pan y continúa su camino nuevamente.
Copiemos a esa hormiga, seamos luchadores, guerreros y hasta obstinados. Aferremonos a eso que tanto anhelamos.
Esperemos la lluvia, el éxito llegará y aparecerá en algún momento, no paremos de bailar hasta que las bendiciones nos lleguen. Pide bendiciones hasta que lleguen. No desmayes.